Breve
prefacio
Ok,
he de relegar las siguientes...9 entregas del cine de alto nivel para
otros tiempos más frescos aquí en Argentina. Me refiero a la
temporada otoño/invierno de este tan ansiado 2015 (mi siguiente
entrada detallará el porque de ese adjetivo). Ya saben: rendir
finales, mantener un estado físico/emocional sano y tener unos
momentos de ocio es una balanza complicada de mantener ecuánime.
Sí, así estoy. |
No
obstante, hoy les traigo este post 2 x 1, con review y opinión. Es
una clase de artículo que me gusta hallar por internet, me gusta
leer así y me encantaría que todos fueran así. Pero bueno, el
mundo es heterogéneo, por suerte (y gracias a 4.5 mil millones de
años).
Introducción
''No
miro pelis de Argentina'', ''el cine de acá es una mierda'', ''todas
las películas de Argentina son malas''...susurro (y, a veces, grito)
que enarbola la bandera del desprecio por un arte hecho en este
territorio delimitado arbitrariamente por seres humanos a lo largo de
tres siglos llamado Argentina. Es el panfleto que suelo recibir
cuando recomiendo cine nacional. ¿Será
porque no recomiendo Bañeros 4? ¿O productos más televisivos y
menos amateurs como ''Socios por accidente''? Lo dudo. Ya sea
elogiando ''Relatos Salvajes''
o defenestrando puerilmente a ''Las Acacias''
voy a chocar con el mismo dogma de años y años...el cine de acá
apesta. Argentinian cinema sucks!
Hijo de una gran putjehdaus... |
Confieso
que no me gustan todas las películas que veo. No me gustan la
mayoría de películas que miro. Desprecio a una minoría y exudo
exclamaciones de amor por un porcentaje infinitesimal de las
presentaciones cinematográficas. No suelo escribir reviews de las
películas que no me gustan, salvo que sea imperativo advertir de la
podredumbre de la producción. Y eso es normal. Es común que si
se miran varias películas, la mayoría no te gusten. Pero eso no
quiere decir que no voy a mirar ''Betibú'' porque ''Así
no hay cama que aguante'' sea un bodrio repelente. Esa es la
actitud dominante de muchos argentinos por el cine hecho aquí, en
este cacho de tierra usurpado en escalerita.
Amigos,
novias, conocidos, familiares. Todos han tenido una experiencia
lamentable con el cine argentino. Incluyéndome. Lo que divide la
torta es el hecho de entender que esa fue una película y no toda una
masa uniforme que colisionó con tus gustos. Porque es así como
tratan al cine hecho en Argentina. Como una masa uniforme. Como si
las pedorradas con Olmedo fueran de la misma estirpe que obras
maestras como ''El Aura''. En serio. Y na' que ver.
¡Cómo si Darín pudiera actuar como Olmedo, por favor! |
Deberían
darle una oportunidad. Y no por ser argentinos. Si nos atenemos
al argumento nacionalista, popular y patriota...creo que soy la
persona menos indicada para defender el cine nacional. Desprecio el
fanatismo. Desprecio el cántico futbolero (no así el fútbol). Si
naciste en Argentina, no estas obligado a amar el asado, el dulce de
leche o los alfajores. No es una elección obligatoria, no sos un
raro o un pelotudo si estas en desacuerdo con los reclamos
malvinenses (tampoco serías pelotudo si tus argumentos son fútiles).
Lo que quiero decir es que no te tenes que sentir orgulloso de ser
Argentino, ya que no hiciste un pomo por ello. Fue un accidente.
O una confluencia de circunstancias biológicas, químicas y físicas
que derivaron en nacer en este pedazo de tierra. Pero sí le
das tantas oportunidades a Hollywood (que se lo merece), no veo por
qué no dárselas al cine de acá.
Lamento
tanto el ''No veo cine nacional, es todo una mierda'' como el ''No me
gusta leer''. Pero lo único que puedo hacer es alentar su
difusión.
5
Razones para ver El Patrón, radiografía de un crimen.
Ahora Furriel tiene un affair con el cuerpo demolido de su ex-novia. Las creatividad de las novelas va en aumento. |
Primera.
Las actuaciones son excelentes.
Nadie
desentona en está peli. Nadie. Todos brindan actuaciones excelsas,
sin llegar al melodrama. Son comedidas, la reserva y queda
inteligencia de un casting perfecto. Cada llanto, cada risa expresa
humanidad en su más alto impetú. Asimismo, se ve humanidad en la
maldad. El chanta, el vivo...el hijoputa. Te
lo crees y no piensas en los actores como actores sino ya concluido
el film.
Vas
a necesitar mucha fuerza para resistir putear a Luis Ziembrowski o
para reírte sin culpas de Germán de Silva que la rompe como el
profe carnicero. Se te va a complicar encariñarte con esa pareja
amorosa pero defectuosa que interpretan Monica Lairana y Joaquín
Furriel. Oh my god. Oración exclusiva para Furriel: una
composición que le quita su personalidad, le come su vida y con
mucha calma borda el personaje principal.
Furriel es una de las principales atracciones del film (y sin brindar
facha, lo cual es un logro).
Menciones
honorables para Guillermo Pfening, que se afinca cada vez más en
buenas elecciones cinematográficas.
Segunda.
La atrapante historia.
La
cuestión es sencilla, Hérmogenes es un santiagueño que se va a
Buenos Aires junto a su mujer para conseguir una situación
financiera más potable. Consigue laburo en una mafia de carnicerías,
en la cual el horror se asoma tempranito. Dije horror, quizás quise
escribir hedor, lo lamento. Demasiadas ideas encontradas.
Contada
a modo de intercalado, yendo del pasado al presente y viceversa; nos
vamos asiendo del suspenso creado por el director de a poco. Es
complicado no involucrarse con el guión (basado en un libro homónimo escrito por Elías
Neuman en los '80),
dada la humillación a la que es sometido el protagonista.
Tercero.
Es un thriller ejecutado con primor.
A
pesar del cariz aséptico con el que está filmado el film, más que
nada por el bagaje del director Sebastián
Schindel, se percibe el suspenso en todo momento. Imposible que eso
no pase, debido a una banda
sonora agrietante, simple y oscura.
El Patrón es un muy buen thriller en el cual no importa si ya
conocer el final, porque el desarrollo es lo que interesa, es la
distancia no el desplazamiento. ¿Cómo
reaccionas al horror de la esclavitud?¿Qué pasará ahora?
Se vive en constante opresión dentro de esa carnicería de mal
augurio. Obviamente todo está muy bien dirigido por Schindel, que
sorprende con un montaje conciso que evita amaneramiento (lo cual no
es bueno ni malo, es un estilo nada más).
Mas
no se dejen engañar. Se
adscribe al género, pero lo sobrevuela.
Toma virajes que demuestran las peculiaridades que Schindel quiere
retratar de la sociedad, la justicia y el desprecio por las
libertades individuales. Es un relato costumbrista en el que las
clases sociales colisionan y se unen o desunen. Colisiones
perfectamente inelásticas o no.
Cuarto.
Es cine comercial y artístico.
Esa
es la clase de cine que adoro. Y es bueno que en el cine nacional
haya más de un ejemplo. Es el que va por la
tercera vía,
entre los productos comerciales repugnantes (Bañeros 4 o Blended) y
el mechupomipija más rancio (Jauja o Goodbye to Language): el
que pretende ofrecerle al público una mirada personal, artística,
de los asuntos universales de la humanidad y establecer una narrativa
coherente y firme que entretenga y cautive. Un sandwich de crema de
maní con mermelada bien hecho.
Es
la combinación que dota al cine de fuerza, el
brío que permite al Ulises cinematográfico seguir rodando.
El Patrón, junto a Relatos Salvajes, El Secreto de sus Ojos, El
Aura, Elefante Blanco y otros (El Estudiante, por decir algo mucho
más independiente) es cine de calidad. Es el exponente perfecto de
que no tenes que ir a Hollywood para alcanzar tus cotas artísticas.
La
cumbre no es allá, ni es acá.
El pico lo ponen los artistas, no la plata (aunque ayuda, claro está)
Cinco.
La producción.
Ya
desde el primer fotograma dije: ''wow, que olor a mierda'' porque
sucumbí a una flatulencia. Después dije algo con más seriedad:
''wow, se ve muy bien'' y es que es cierto. La peli tiene una
fotografía centrada en lo visualmente estimulante. No es
grandilocuente ni aventurera, pero no lo necesita. La historia en sí
no se lo pide. Los movimientos de cámara son justos y necesarios.
Iluminación acotada pero suficiente. Sonido
impecable (todavía escucho la grasa caer de esos pedazos gigantes de
carne).
Maquillaje y diseño de producción osados pero cotidianos. Nada que
suene extraño. Nada que te haga pensar: ''que pelotudez''. Nop. ''El
Patrón'' cumple con lo que prometía la premisa.
Conclusión.
La
primer gran joya que veo en este 2015. Es copado que sea de
Argentina. No
me hace sentir orgullo por la nación, no le agradezco al gobierno ni
al peronismo por esto
(ni por nada, obvio, como si el peronismo hubiera salido de la nada
misma y fuera una constante de la historia). Me importa poco si gana
tal premio. Lo único que importa es que sea vista, sea interpretada
y reciba
elogios.
Cheers,
porque si el cine nacional es una mierda, quiero que sea como esta
mierda.