miércoles, 28 de diciembre de 2016

Actualización.

Después de una larga ausencia en el mundo de los blogs, he decidido reanudar la vida de Nobody Wants Tuco con lo que próximamente será un artículo dedicado a uno de mis autores preferidos. Espero poder publicarlo pronto.

lunes, 2 de marzo de 2015

''¿Es de Argentina? Ni en pedo la miro.''

Breve prefacio

Ok, he de relegar las siguientes...9 entregas del cine de alto nivel para otros tiempos más frescos aquí en Argentina. Me refiero a la temporada otoño/invierno de este tan ansiado 2015 (mi siguiente entrada detallará el porque de ese adjetivo). Ya saben: rendir finales, mantener un estado físico/emocional sano y tener unos momentos de ocio es una balanza complicada de mantener ecuánime.

Sí, así estoy.
No obstante, hoy les traigo este post 2 x 1, con review y opinión. Es una clase de artículo que me gusta hallar por internet, me gusta leer así y me encantaría que todos fueran así. Pero bueno, el mundo es heterogéneo, por suerte (y gracias a 4.5 mil millones de años).

Introducción

''No miro pelis de Argentina'', ''el cine de acá es una mierda'', ''todas las películas de Argentina son malas''...susurro (y, a veces, grito) que enarbola la bandera del desprecio por un arte hecho en este territorio delimitado arbitrariamente por seres humanos a lo largo de tres siglos llamado Argentina. Es el panfleto que suelo recibir cuando recomiendo cine nacional. ¿Será porque no recomiendo Bañeros 4? ¿O productos más televisivos y menos amateurs como ''Socios por accidente''? Lo dudo. Ya sea elogiando ''Relatos Salvajes'' o defenestrando puerilmente a ''Las Acacias'' voy a chocar con el mismo dogma de años y años...el cine de acá apesta. Argentinian cinema sucks!

Hijo de una gran putjehdaus...
Confieso que no me gustan todas las películas que veo. No me gustan la mayoría de películas que miro. Desprecio a una minoría y exudo exclamaciones de amor por un porcentaje infinitesimal de las presentaciones cinematográficas. No suelo escribir reviews de las películas que no me gustan, salvo que sea imperativo advertir de la podredumbre de la producción. Y eso es normal. Es común que si se miran varias películas, la mayoría no te gusten. Pero eso no quiere decir que no voy a mirar ''Betibú'' porque ''Así no hay cama que aguante'' sea un bodrio repelente. Esa es la actitud dominante de muchos argentinos por el cine hecho aquí, en este cacho de tierra usurpado en escalerita.

Amigos, novias, conocidos, familiares. Todos han tenido una experiencia lamentable con el cine argentino. Incluyéndome. Lo que divide la torta es el hecho de entender que esa fue una película y no toda una masa uniforme que colisionó con tus gustos. Porque es así como tratan al cine hecho en Argentina. Como una masa uniforme. Como si las pedorradas con Olmedo fueran de la misma estirpe que obras maestras como ''El Aura''. En serio. Y na' que ver.

¡Cómo si Darín pudiera actuar como Olmedo, por favor!
Deberían darle una oportunidad. Y no por ser argentinos. Si nos atenemos al argumento nacionalista, popular y patriota...creo que soy la persona menos indicada para defender el cine nacional. Desprecio el fanatismo. Desprecio el cántico futbolero (no así el fútbol). Si naciste en Argentina, no estas obligado a amar el asado, el dulce de leche o los alfajores. No es una elección obligatoria, no sos un raro o un pelotudo si estas en desacuerdo con los reclamos malvinenses (tampoco serías pelotudo si tus argumentos son fútiles). Lo que quiero decir es que no te tenes que sentir orgulloso de ser Argentino, ya que no hiciste un pomo por ello. Fue un accidente. O una confluencia de circunstancias biológicas, químicas y físicas que derivaron en nacer en este pedazo de tierra. Pero sí le das tantas oportunidades a Hollywood (que se lo merece), no veo por qué no dárselas al cine de acá.

Lamento tanto el ''No veo cine nacional, es todo una mierda'' como el ''No me gusta leer''. Pero lo único que puedo hacer es alentar su difusión.

5 Razones para ver El Patrón, radiografía de un crimen.

Ahora Furriel tiene un affair con el cuerpo demolido de su ex-novia. Las creatividad de las novelas va en aumento.
Primera. Las actuaciones son excelentes.

Nadie desentona en está peli. Nadie. Todos brindan actuaciones excelsas, sin llegar al melodrama. Son comedidas, la reserva y queda inteligencia de un casting perfecto. Cada llanto, cada risa expresa humanidad en su más alto impetú. Asimismo, se ve humanidad en la maldad. El chanta, el vivo...el hijoputa. Te lo crees y no piensas en los actores como actores sino ya concluido el film.

Vas a necesitar mucha fuerza para resistir putear a Luis Ziembrowski o para reírte sin culpas de Germán de Silva que la rompe como el profe carnicero. Se te va a complicar encariñarte con esa pareja amorosa pero defectuosa que interpretan Monica Lairana y Joaquín Furriel. Oh my god. Oración exclusiva para Furriel: una composición que le quita su personalidad, le come su vida y con mucha calma borda el personaje principal. Furriel es una de las principales atracciones del film (y sin brindar facha, lo cual es un logro).

Menciones honorables para Guillermo Pfening, que se afinca cada vez más en buenas elecciones cinematográficas.

Segunda. La atrapante historia.

La cuestión es sencilla, Hérmogenes es un santiagueño que se va a Buenos Aires junto a su mujer para conseguir una situación financiera más potable. Consigue laburo en una mafia de carnicerías, en la cual el horror se asoma tempranito. Dije horror, quizás quise escribir hedor, lo lamento. Demasiadas ideas encontradas.

Contada a modo de intercalado, yendo del pasado al presente y viceversa; nos vamos asiendo del suspenso creado por el director de a poco. Es complicado no involucrarse con el guión (basado en un libro homónimo escrito por Elías Neuman en los '80), dada la humillación a la que es sometido el protagonista.

Tercero. Es un thriller ejecutado con primor.

A pesar del cariz aséptico con el que está filmado el film, más que nada por el bagaje del director Sebastián Schindel, se percibe el suspenso en todo momento. Imposible que eso no pase, debido a una banda sonora agrietante, simple y oscura. El Patrón es un muy buen thriller en el cual no importa si ya conocer el final, porque el desarrollo es lo que interesa, es la distancia no el desplazamiento. ¿Cómo reaccionas al horror de la esclavitud?¿Qué pasará ahora? Se vive en constante opresión dentro de esa carnicería de mal augurio. Obviamente todo está muy bien dirigido por Schindel, que sorprende con un montaje conciso que evita amaneramiento (lo cual no es bueno ni malo, es un estilo nada más).

Mas no se dejen engañar. Se adscribe al género, pero lo sobrevuela. Toma virajes que demuestran las peculiaridades que Schindel quiere retratar de la sociedad, la justicia y el desprecio por las libertades individuales. Es un relato costumbrista en el que las clases sociales colisionan y se unen o desunen. Colisiones perfectamente inelásticas o no.

Cuarto. Es cine comercial y artístico.

Esa es la clase de cine que adoro. Y es bueno que en el cine nacional haya más de un ejemplo. Es el que va por la tercera vía, entre los productos comerciales repugnantes (Bañeros 4 o Blended) y el mechupomipija más rancio (Jauja o Goodbye to Language): el que pretende ofrecerle al público una mirada personal, artística, de los asuntos universales de la humanidad y establecer una narrativa coherente y firme que entretenga y cautive. Un sandwich de crema de maní con mermelada bien hecho.

Es la combinación que dota al cine de fuerza, el brío que permite al Ulises cinematográfico seguir rodando. El Patrón, junto a Relatos Salvajes, El Secreto de sus Ojos, El Aura, Elefante Blanco y otros (El Estudiante, por decir algo mucho más independiente) es cine de calidad. Es el exponente perfecto de que no tenes que ir a Hollywood para alcanzar tus cotas artísticas. La cumbre no es allá, ni es acá. El pico lo ponen los artistas, no la plata (aunque ayuda, claro está)

Cinco. La producción.

Ya desde el primer fotograma dije: ''wow, que olor a mierda'' porque sucumbí a una flatulencia. Después dije algo con más seriedad: ''wow, se ve muy bien'' y es que es cierto. La peli tiene una fotografía centrada en lo visualmente estimulante. No es grandilocuente ni aventurera, pero no lo necesita. La historia en sí no se lo pide. Los movimientos de cámara son justos y necesarios. Iluminación acotada pero suficiente. Sonido impecable (todavía escucho la grasa caer de esos pedazos gigantes de carne). Maquillaje y diseño de producción osados pero cotidianos. Nada que suene extraño. Nada que te haga pensar: ''que pelotudez''. Nop. ''El Patrón'' cumple con lo que prometía la premisa.

Conclusión.

La primer gran joya que veo en este 2015. Es copado que sea de Argentina. No me hace sentir orgullo por la nación, no le agradezco al gobierno ni al peronismo por esto (ni por nada, obvio, como si el peronismo hubiera salido de la nada misma y fuera una constante de la historia). Me importa poco si gana tal premio. Lo único que importa es que sea vista, sea interpretada y reciba elogios.


Cheers, porque si el cine nacional es una mierda, quiero que sea como esta mierda.

sábado, 17 de enero de 2015

La banda sonora (I)

He estado un poco ajetreado, ya sea con lecturas de último momento o encontronazos románticos. Y abandoné el blog por un humillante período de tiempo. What a shame! No obstante mi desidia, os dejo una bonita banda sonora de Alexandre Desplat para la reciente ''The Imitation Game'', que me pareció un artefacto cinematográfico efectivo y emocionante, nada más. 

Escuchen, mientras preparo el siguiente artículo.


viernes, 28 de noviembre de 2014

Rocky o el cine de alto nivel (I)

Adrian: You want a roommate?

Rocky: Absolutely.

Rocky (1976) escrita por Sylvester Stallone.

Como comenté en mi anterior entrada, me voy a dedicar a escribir diez artículos sencillos sobre las películas que representan el cine de alto nivel. El majestuoso arte del cine está cimentado por estas gemas de la filmación, cine del nivel más avanzado. Éstas obras conjugan una dirección exorbitante, unas actuaciones potentes, un guión convincente y un ritmo ágil. Como también comenté, no son muchos los ejemplos de cine de alto nivel, pero afortunadamente los que existen son variados y muy efectivos. ¿Cómo comenzar?, esa fue mi pregunta luego de la introducción. Una pregunta intensa. ¿Qué obras tienen más golpe que los melodramas? Las películas de acción...¿y si combinamos drama con acción? Obtenemos First Blood (1982), pero antes, obtenemos Rocky (1976).

O también podemos obtener softporn, tranquilamente.
Es complicado referirse a esta película sin sentir cierto desprecio en el mundo cinéfilo alrededor de la obra maestra que Avildsen ejecutó. Lamentablemente, el film escrito y protagonizado por Sylvester Stallone tiene una reputación mancillada por cuestiones ajenas. Esas cuestiones ajenas se llaman All the president's men, Network y la omnipresente Taxi Driver. Tres peliculones que fueron derrotados en la cuadragesima novena edición de los premios de la academia (los Oscars para los amigos), por una pequeña pero efectiva película de boxeo. ¿O acaso es sobre el amor inesperado?, ¿O sobre las segundas oportunidades?, ¿O sobre el reencuentro con uno mismo y su capacidad de superarse?. Sea lo que sea, Rocky no merece ser desdeñada por su competencia. Ni siquiera debería estar en duda: ni una de las tres anteriormente mencionadas tuvo el poderío emocional ni la sencillez en el humor como para sobresalir ese año. Son peliculones, pero no tienen chance ante el espectador.

¡Linda!
La premisa del film es la siguiente: Un boxeador de cuarta con un enorme potencial para triunfar tiene la chance de su vida cuando el campeón vigente le ofrece pelear contra él. O un terrible fracasado de la vida encuentra el amor en una tímida mujer de su barrio. O un chabón con pocos sesos pretende enmendar su vida. O un ex-boxeador cuya época de gloria está muy atrás decide ayudar a un joven con la pelea de su vida. Y mucho más. ¿Ven qué tan enorme es esta obra maestra? ¿Pueden sentir el cine de alto nivel?

¡Oh, sí! ¡Lo puedo sentir!
No es muy difícil ver qué hace a esta película tan enorme. Pero podemos ir de a poquito, comenzando con las actuaciones. Stallone la rompe como el boxeador Rocky, el joven muchacho que desea tener una chance. Es muy natural, muy convincente. Lo borda. Sus golpes, su caminata, su enojo y su desazón son tan reales que nunca más lo pudo alcanzar. En serio, buscar una actuación que la iguale en su filmografía es imposible. Talia Shire definitivamente te hace pensar en su timidez, en su mojigatería; o en toda la fuerza contenida de tantos años de subestimación. Burt Young cocina a su personaje de a poco; primero es el simpático amigo borrachín de Rocky, luego se convierte en el insufrible hermano de Adrian (personaje de Shire e interés amoroso de Rocky), Paulie. Y le creemos y le odiamos todo. Burgess Meredith interpreta al dueño del salón de boxeo al que Rocky asiste para entrenar, y es tan insoportable e irritante como Paulie, pero su, Mickey tiene un dramatismo y una humanidad más compleja, hay mucha más empatía para con el aletargado personaje. Y, finalizando, Carl Weathers. Un señor actor. En poco minutos de presencia le pone el picante al film. Arrogante, ambicioso, showman épico y con absoluta confianza en lo que quiere, su Apollo Creed es el complemento perfecto para el recatado boxeador de Filadelfia. Todas las reacciones de Creed son poderosas, y ciertamente uno lamenta no tenerlo más en pantalla (no toda película es perfecta, ni el cine de más alto nivel). Weathers y Stallone son la atracción principal para el espectador con ansías de espectáculo, Stallone y Shire para los románticos, Young/Meredith y Stallone para aquellos locos que les gusta sentirse sometidos a las manos del director (los que les gusta la emoción). Si este párrafo suena a chamuyo, fíjense qué tan aclamado fue el reparto en su momento (busquen ustedes, manga de vagos).

Memorable Weathers en un trabajo que, por falta de minutos, no le valió una nominación.
Todo esto sería nada si no fuera por el laburo tras las cámaras. Lo mejor de una película aparte de ella misma, es lo que hay detrás. John G. Avildsen, que como no hizo Jaws (1975) no vale la pena mencionarlo, entrega el trabajo de su vida (no, ya sé, hizo Karate Kid (1984), pero Sly escribió un mejor guión). Él ilustra Filadelfia, la suciedad y sinceridad de Filadelfia, con la perfecta atmósfera  depresiva que esta película necesita. Eso es algo que me volvió loco. Se la crítica por ser la defensa del sueño americano más duro, por el hecho apelar a la emociones más básicas...pero la película es muy oscura. Muy anodina, personajes imperfectos y torpes; es cierto que la situación parece salida de una fantasía nacionalista, pero deben recordar de dónde viene. Apollo Creed quiere un show, quiere dinero, nada más. No le interesa ni a palos Rocky, no le presta atención a las entrevistas, no se toma en serio la condición de zurdo de su futuro contrincante. Sólo quiere fama, fortuna y demostrar que su ego es gigante. Pero la excusa es el sueño americano. El sueño americano de un prestamista de segunda para el que Rocky labura. El sueño americano de un Paulie sollozante y ebrio, destrozado por su trabajo. El sueño americano de Adrian, que pasó 30 años de su vida sin vivir. El sueño americano de Apollo, que se derrumba en cuanto Rocky no cae y se la banca. Es oscura, meditativa y entretenida. Nada que ver con las infames secuelas (no todas malas, pero ninguna tan formidable como la original).
Oh, casi olvido el gore desenfrenado que corre por todo el metraje (?)
El montaje, ganador del Oscar, a cargo de Scott Conrad y Richard Halsey, no deja respirar. Parece contradictorio, la película es ''lenta'' en el sentido de tomarse su tiempo para el gran show; pero los 119 minutos se pasan volando. Y cae en el segundo defecto del film, el defecto de los grandes films; uno quiere más. Esos 119 minutos parecen 30, y uno se queda deseando mucho más. Porque lo que se mostró parece el prologo a una épica de tres horas; es tan excelso el laburo de estos muchachos que me hizo incluir Rocky en la lista de cine de alto nivel. La fotografía de James Crabe, que también estuvo en Karate Kid (1984), no pierde la belleza. Subiendo las escaleras, corriendo mientras un barco pasa,  por el mercado, en la pista de patinaje; la película luce hermosa. Hermosa y sucia, claro.

Y cómo olvidar a Bill Conti, ¿qué sería de los entrenamientos sin Gonna Fly Now? ¿O de las victorias a martillazos sin Going the distance? Esto debe ser la causa de tanta crítica, Conti coordina un épico acompañamiento musical. Es deliberadamente triunfante y alentador. Es la posta de la música:


No es sólo un clásico del cine, ganador del Oscar y esculpido en el tiempo. Es una película muy entretenida, que sabe muy bien cómo sacar provecho del medio cinematográfico y contar una historia en tres simples actos. Todo con una atmósfera oscura, deprimente, realista y sosegada. Es la primera de las de cine de alto nivel que voy a comentar, la primera que está allá arriba, de la que muchos tomaron sus ideas y crearon más obras. Es la película que ya sabes de memoria, pero la antesala a la gran pelea te sigue poniendo los pelos de punta. Como cine de alto nivel que es, la calidad es imperecedera.

Nota: 10/10

miércoles, 19 de noviembre de 2014

El cine de alto nivel. Introducción.

Un fantasma recorre la Web. El fantasma de los memes. O el fantasma de los trending topics. O el fantasma de ''esas boludeces que pululan por internet''. Ya saben ustedes, cierto tema se pone candente en internet y recibe una desmesurada atención de parte de los navegadores; lo increíble es cuando jamás deja de estar. No importa cuánto haya pasado desde la primera vez, ese tema sigue estando presente. Eso es un meme. Y va desde los vídeos de gatitos hasta el chiste de ''Your argument is invalid''. Es parte ya constante de este mundillo. Y uno de esos memes tan usuales cuando estás al pedo son las Top List.

Las top list enumeran en orden ascendente (o no) de acuerdo a la calidad, ciertos productos, objetos, seres humanos, acontecimientos, etc. No creo que sea necesario explicar, todos hemos visto esas lista. En Nobody... todavía no se me ha ocurrido hacer alguna, pero ahora que ya estoy en días de flojera estudiantil, quizás me elucubre alguna. Quizás. Pero este artículo no es de esos. No voy a armar un top de películas, de películas mexicanas, de películas mexicanas surrealistas, de películas mexicanas surrealistas y que incluyan un inodoro, no, todavía no ha llegado el momento idóneo de hacer una. De lo que les quería hablar es del cine de alto nivel. ¿Por qué? Porque he estado leyendo varias de esas listas, en las que se enuncian ''Las diez mejores películas de todos los tiempos'' y me doy cuenta de algo repetitivo: En general, no estoy de acuerdo con los puestos. Pero no necesariamente quiere decir que no incluiría a las películas de quién haya hecho esa lista en mi lista. Siempre veo películones en esas lista, diversidad de estilos, de géneros, duraciones, épocas...pero todas, en su mayoría (a veces se cuelan Norbits en esas listas), son miembros del selecto grupo de ''Cine de alto nivel''. Eficiencia, efecto, emotividad, reflexión, claridad...en fin, entretenimiento.

Y es ese cine del que estoy enamorado. El high-art cinema. El que es suficientemente bueno como para verlo todos los días. No sé si a todas horas, porque me consumiría la vida, pero todos los días sí. Sólo el cine de alto nivel puede hacer eso. Combinando la artesanía de individuos dispuestos a dar todo por convencer a la audiencia de que están en el universo del film, dando a quien lo vea puro entretenimiento. Oh, sí, entretenimiento. Aquella vieja palabra tan defenestrada. ¿Por qué tanta saña con ella? ¿Por qué tanto desprecio por el escapismo? ¿Por qué una película que te entretiene no puede ser un peliculón? ¿Por qué no es artística una película que te entretiene? Y entretener no es sólo no estar aburrido. ¿Acaso que se pongan en la mesa temas reflexivos y truculentos no es entretenimiento? Porque eso es lo que hace ''Big Bad Wolves'', contar una gran historia con el mérito de brindar puro entretenimiento, o sea, puro arte. Y lo hace mejor que cualquier porquería de Rivette o Godard. Sí, en la nouvelle vague se pueden hallar gemas de puro arte, pero en general son ora panfletos políticos con la elegancia extirpada (sí, Godard, me refiero a vos) ora somníferos demasiado efectivos (la puta madre, Rivette, viejo pelotudo). No pierdan el tiempo con esos bodrios, Back to the Future resume todas las intenciones de Godard y Rivette juntos, y lo hace mejor y más artísticamente que ellos.

Cine de alto nivel es eso, entretenimiento puro y duro. Tenes una historia y te servís de recursos absolutamente cinematográficos con el noble fin de contar esa historia. El cine es eso, el arte de los intentos fallidos. Afortunadamente, hay muchos ejemplos de cine de alto nivel. Piezas maestras que defienden la necesidad de entretener en 90, 100, 120, 150 minutos o más. Y yo no puedo pedir nada más que eso. Eso es buen cine. Lo demás son fallos. O como lo diría Greg DeLiso en su artículo ''The 10 Best Movies Ever Made'':

''[...]Good and entertaining is exactly the same thing. I hate to break it to you, but if you were so moved by a movie that you were plunged into an ‘introspective journey’, all that actually happened was you were entertained, very effectively, by a piece of art.[...]Back to the Future is one of the best movies ever made because its goodness, its entertainment value, is achieved by way of pure artistic hard work and craftsmanship.[...]Entertainment and high art are exactly the same thing.''

Hermoso, ¿no? Asumiendo que se detuvieron a leer el artículo, habrán visto qué películas cita como las mejores. Como de costumbre, no estoy para nada de acuerdo con su opinión. Pero la tesis es lo que me importa aquí, no si los gustos del autor y los míos concuerdan. El viaje reflexivo por la condición humana que ofrecen autores como Bergman o la caída poética del bienestar humano que impregna las obras de Tarkovski (vi sólo dos y me gustaron, aunque no son muy buenas), esas mierdas que acabo de escribir, son el producto del entretenimiento. No muchos de ustedes asocian Bergman con entretenimiento, ¿eh? No los culpo, Persona (1966) me arruinó un día. Pero eso no quiere decir que Sonata de Otoño (1978) no sea un melodrama formidable y efectivo. Al contrario del ladrillazo a la paciencia que es Persona, ésta última es cine de alto nivel, o sea, arte puro y duro. O entretenimiento, del lindo. A Tarkovski no lo puedo defender tanto, no eran tan buenas. Olvidables.

Pero bueno, ¿queda claro? Cine de alto nivel equivale a cine entretenido, equivale a cine en su forma más artística, equivale al mejor cine de todos los tiempos, al más recomendable y al que deseo ver toda la vida. Greg DeLiso opina que el cine arrancó en 1975 y termino en 1999. Tampoco estoy de acuerdo, creo que no hay cine de alto nivel más perfecto que el de Sergio Leone (y sólo tiene una peli posterior al 75 y es una joya hermosa). O lo que Campanella y Szifrón ofrecen al cine con sus artilugios melodramáticos y/o estéticos para deslumbrar con una historia sobria y sin muchos rodetes. El más groso y recomendable cine jamás hecho. De alto nivel. Entretenido. Puro arte.

Si esto queda claro, les comento que mi intención es, de ahora en más, recomendar diez películas de alto nivel. Reseñarlas y recomendarlas. Y para que les quede claro qué tipo de pelis me gustan.

Gracias por leer.