viernes, 28 de noviembre de 2014

Rocky o el cine de alto nivel (I)

Adrian: You want a roommate?

Rocky: Absolutely.

Rocky (1976) escrita por Sylvester Stallone.

Como comenté en mi anterior entrada, me voy a dedicar a escribir diez artículos sencillos sobre las películas que representan el cine de alto nivel. El majestuoso arte del cine está cimentado por estas gemas de la filmación, cine del nivel más avanzado. Éstas obras conjugan una dirección exorbitante, unas actuaciones potentes, un guión convincente y un ritmo ágil. Como también comenté, no son muchos los ejemplos de cine de alto nivel, pero afortunadamente los que existen son variados y muy efectivos. ¿Cómo comenzar?, esa fue mi pregunta luego de la introducción. Una pregunta intensa. ¿Qué obras tienen más golpe que los melodramas? Las películas de acción...¿y si combinamos drama con acción? Obtenemos First Blood (1982), pero antes, obtenemos Rocky (1976).

O también podemos obtener softporn, tranquilamente.
Es complicado referirse a esta película sin sentir cierto desprecio en el mundo cinéfilo alrededor de la obra maestra que Avildsen ejecutó. Lamentablemente, el film escrito y protagonizado por Sylvester Stallone tiene una reputación mancillada por cuestiones ajenas. Esas cuestiones ajenas se llaman All the president's men, Network y la omnipresente Taxi Driver. Tres peliculones que fueron derrotados en la cuadragesima novena edición de los premios de la academia (los Oscars para los amigos), por una pequeña pero efectiva película de boxeo. ¿O acaso es sobre el amor inesperado?, ¿O sobre las segundas oportunidades?, ¿O sobre el reencuentro con uno mismo y su capacidad de superarse?. Sea lo que sea, Rocky no merece ser desdeñada por su competencia. Ni siquiera debería estar en duda: ni una de las tres anteriormente mencionadas tuvo el poderío emocional ni la sencillez en el humor como para sobresalir ese año. Son peliculones, pero no tienen chance ante el espectador.

¡Linda!
La premisa del film es la siguiente: Un boxeador de cuarta con un enorme potencial para triunfar tiene la chance de su vida cuando el campeón vigente le ofrece pelear contra él. O un terrible fracasado de la vida encuentra el amor en una tímida mujer de su barrio. O un chabón con pocos sesos pretende enmendar su vida. O un ex-boxeador cuya época de gloria está muy atrás decide ayudar a un joven con la pelea de su vida. Y mucho más. ¿Ven qué tan enorme es esta obra maestra? ¿Pueden sentir el cine de alto nivel?

¡Oh, sí! ¡Lo puedo sentir!
No es muy difícil ver qué hace a esta película tan enorme. Pero podemos ir de a poquito, comenzando con las actuaciones. Stallone la rompe como el boxeador Rocky, el joven muchacho que desea tener una chance. Es muy natural, muy convincente. Lo borda. Sus golpes, su caminata, su enojo y su desazón son tan reales que nunca más lo pudo alcanzar. En serio, buscar una actuación que la iguale en su filmografía es imposible. Talia Shire definitivamente te hace pensar en su timidez, en su mojigatería; o en toda la fuerza contenida de tantos años de subestimación. Burt Young cocina a su personaje de a poco; primero es el simpático amigo borrachín de Rocky, luego se convierte en el insufrible hermano de Adrian (personaje de Shire e interés amoroso de Rocky), Paulie. Y le creemos y le odiamos todo. Burgess Meredith interpreta al dueño del salón de boxeo al que Rocky asiste para entrenar, y es tan insoportable e irritante como Paulie, pero su, Mickey tiene un dramatismo y una humanidad más compleja, hay mucha más empatía para con el aletargado personaje. Y, finalizando, Carl Weathers. Un señor actor. En poco minutos de presencia le pone el picante al film. Arrogante, ambicioso, showman épico y con absoluta confianza en lo que quiere, su Apollo Creed es el complemento perfecto para el recatado boxeador de Filadelfia. Todas las reacciones de Creed son poderosas, y ciertamente uno lamenta no tenerlo más en pantalla (no toda película es perfecta, ni el cine de más alto nivel). Weathers y Stallone son la atracción principal para el espectador con ansías de espectáculo, Stallone y Shire para los románticos, Young/Meredith y Stallone para aquellos locos que les gusta sentirse sometidos a las manos del director (los que les gusta la emoción). Si este párrafo suena a chamuyo, fíjense qué tan aclamado fue el reparto en su momento (busquen ustedes, manga de vagos).

Memorable Weathers en un trabajo que, por falta de minutos, no le valió una nominación.
Todo esto sería nada si no fuera por el laburo tras las cámaras. Lo mejor de una película aparte de ella misma, es lo que hay detrás. John G. Avildsen, que como no hizo Jaws (1975) no vale la pena mencionarlo, entrega el trabajo de su vida (no, ya sé, hizo Karate Kid (1984), pero Sly escribió un mejor guión). Él ilustra Filadelfia, la suciedad y sinceridad de Filadelfia, con la perfecta atmósfera  depresiva que esta película necesita. Eso es algo que me volvió loco. Se la crítica por ser la defensa del sueño americano más duro, por el hecho apelar a la emociones más básicas...pero la película es muy oscura. Muy anodina, personajes imperfectos y torpes; es cierto que la situación parece salida de una fantasía nacionalista, pero deben recordar de dónde viene. Apollo Creed quiere un show, quiere dinero, nada más. No le interesa ni a palos Rocky, no le presta atención a las entrevistas, no se toma en serio la condición de zurdo de su futuro contrincante. Sólo quiere fama, fortuna y demostrar que su ego es gigante. Pero la excusa es el sueño americano. El sueño americano de un prestamista de segunda para el que Rocky labura. El sueño americano de un Paulie sollozante y ebrio, destrozado por su trabajo. El sueño americano de Adrian, que pasó 30 años de su vida sin vivir. El sueño americano de Apollo, que se derrumba en cuanto Rocky no cae y se la banca. Es oscura, meditativa y entretenida. Nada que ver con las infames secuelas (no todas malas, pero ninguna tan formidable como la original).
Oh, casi olvido el gore desenfrenado que corre por todo el metraje (?)
El montaje, ganador del Oscar, a cargo de Scott Conrad y Richard Halsey, no deja respirar. Parece contradictorio, la película es ''lenta'' en el sentido de tomarse su tiempo para el gran show; pero los 119 minutos se pasan volando. Y cae en el segundo defecto del film, el defecto de los grandes films; uno quiere más. Esos 119 minutos parecen 30, y uno se queda deseando mucho más. Porque lo que se mostró parece el prologo a una épica de tres horas; es tan excelso el laburo de estos muchachos que me hizo incluir Rocky en la lista de cine de alto nivel. La fotografía de James Crabe, que también estuvo en Karate Kid (1984), no pierde la belleza. Subiendo las escaleras, corriendo mientras un barco pasa,  por el mercado, en la pista de patinaje; la película luce hermosa. Hermosa y sucia, claro.

Y cómo olvidar a Bill Conti, ¿qué sería de los entrenamientos sin Gonna Fly Now? ¿O de las victorias a martillazos sin Going the distance? Esto debe ser la causa de tanta crítica, Conti coordina un épico acompañamiento musical. Es deliberadamente triunfante y alentador. Es la posta de la música:


No es sólo un clásico del cine, ganador del Oscar y esculpido en el tiempo. Es una película muy entretenida, que sabe muy bien cómo sacar provecho del medio cinematográfico y contar una historia en tres simples actos. Todo con una atmósfera oscura, deprimente, realista y sosegada. Es la primera de las de cine de alto nivel que voy a comentar, la primera que está allá arriba, de la que muchos tomaron sus ideas y crearon más obras. Es la película que ya sabes de memoria, pero la antesala a la gran pelea te sigue poniendo los pelos de punta. Como cine de alto nivel que es, la calidad es imperecedera.

Nota: 10/10

miércoles, 19 de noviembre de 2014

El cine de alto nivel. Introducción.

Un fantasma recorre la Web. El fantasma de los memes. O el fantasma de los trending topics. O el fantasma de ''esas boludeces que pululan por internet''. Ya saben ustedes, cierto tema se pone candente en internet y recibe una desmesurada atención de parte de los navegadores; lo increíble es cuando jamás deja de estar. No importa cuánto haya pasado desde la primera vez, ese tema sigue estando presente. Eso es un meme. Y va desde los vídeos de gatitos hasta el chiste de ''Your argument is invalid''. Es parte ya constante de este mundillo. Y uno de esos memes tan usuales cuando estás al pedo son las Top List.

Las top list enumeran en orden ascendente (o no) de acuerdo a la calidad, ciertos productos, objetos, seres humanos, acontecimientos, etc. No creo que sea necesario explicar, todos hemos visto esas lista. En Nobody... todavía no se me ha ocurrido hacer alguna, pero ahora que ya estoy en días de flojera estudiantil, quizás me elucubre alguna. Quizás. Pero este artículo no es de esos. No voy a armar un top de películas, de películas mexicanas, de películas mexicanas surrealistas, de películas mexicanas surrealistas y que incluyan un inodoro, no, todavía no ha llegado el momento idóneo de hacer una. De lo que les quería hablar es del cine de alto nivel. ¿Por qué? Porque he estado leyendo varias de esas listas, en las que se enuncian ''Las diez mejores películas de todos los tiempos'' y me doy cuenta de algo repetitivo: En general, no estoy de acuerdo con los puestos. Pero no necesariamente quiere decir que no incluiría a las películas de quién haya hecho esa lista en mi lista. Siempre veo películones en esas lista, diversidad de estilos, de géneros, duraciones, épocas...pero todas, en su mayoría (a veces se cuelan Norbits en esas listas), son miembros del selecto grupo de ''Cine de alto nivel''. Eficiencia, efecto, emotividad, reflexión, claridad...en fin, entretenimiento.

Y es ese cine del que estoy enamorado. El high-art cinema. El que es suficientemente bueno como para verlo todos los días. No sé si a todas horas, porque me consumiría la vida, pero todos los días sí. Sólo el cine de alto nivel puede hacer eso. Combinando la artesanía de individuos dispuestos a dar todo por convencer a la audiencia de que están en el universo del film, dando a quien lo vea puro entretenimiento. Oh, sí, entretenimiento. Aquella vieja palabra tan defenestrada. ¿Por qué tanta saña con ella? ¿Por qué tanto desprecio por el escapismo? ¿Por qué una película que te entretiene no puede ser un peliculón? ¿Por qué no es artística una película que te entretiene? Y entretener no es sólo no estar aburrido. ¿Acaso que se pongan en la mesa temas reflexivos y truculentos no es entretenimiento? Porque eso es lo que hace ''Big Bad Wolves'', contar una gran historia con el mérito de brindar puro entretenimiento, o sea, puro arte. Y lo hace mejor que cualquier porquería de Rivette o Godard. Sí, en la nouvelle vague se pueden hallar gemas de puro arte, pero en general son ora panfletos políticos con la elegancia extirpada (sí, Godard, me refiero a vos) ora somníferos demasiado efectivos (la puta madre, Rivette, viejo pelotudo). No pierdan el tiempo con esos bodrios, Back to the Future resume todas las intenciones de Godard y Rivette juntos, y lo hace mejor y más artísticamente que ellos.

Cine de alto nivel es eso, entretenimiento puro y duro. Tenes una historia y te servís de recursos absolutamente cinematográficos con el noble fin de contar esa historia. El cine es eso, el arte de los intentos fallidos. Afortunadamente, hay muchos ejemplos de cine de alto nivel. Piezas maestras que defienden la necesidad de entretener en 90, 100, 120, 150 minutos o más. Y yo no puedo pedir nada más que eso. Eso es buen cine. Lo demás son fallos. O como lo diría Greg DeLiso en su artículo ''The 10 Best Movies Ever Made'':

''[...]Good and entertaining is exactly the same thing. I hate to break it to you, but if you were so moved by a movie that you were plunged into an ‘introspective journey’, all that actually happened was you were entertained, very effectively, by a piece of art.[...]Back to the Future is one of the best movies ever made because its goodness, its entertainment value, is achieved by way of pure artistic hard work and craftsmanship.[...]Entertainment and high art are exactly the same thing.''

Hermoso, ¿no? Asumiendo que se detuvieron a leer el artículo, habrán visto qué películas cita como las mejores. Como de costumbre, no estoy para nada de acuerdo con su opinión. Pero la tesis es lo que me importa aquí, no si los gustos del autor y los míos concuerdan. El viaje reflexivo por la condición humana que ofrecen autores como Bergman o la caída poética del bienestar humano que impregna las obras de Tarkovski (vi sólo dos y me gustaron, aunque no son muy buenas), esas mierdas que acabo de escribir, son el producto del entretenimiento. No muchos de ustedes asocian Bergman con entretenimiento, ¿eh? No los culpo, Persona (1966) me arruinó un día. Pero eso no quiere decir que Sonata de Otoño (1978) no sea un melodrama formidable y efectivo. Al contrario del ladrillazo a la paciencia que es Persona, ésta última es cine de alto nivel, o sea, arte puro y duro. O entretenimiento, del lindo. A Tarkovski no lo puedo defender tanto, no eran tan buenas. Olvidables.

Pero bueno, ¿queda claro? Cine de alto nivel equivale a cine entretenido, equivale a cine en su forma más artística, equivale al mejor cine de todos los tiempos, al más recomendable y al que deseo ver toda la vida. Greg DeLiso opina que el cine arrancó en 1975 y termino en 1999. Tampoco estoy de acuerdo, creo que no hay cine de alto nivel más perfecto que el de Sergio Leone (y sólo tiene una peli posterior al 75 y es una joya hermosa). O lo que Campanella y Szifrón ofrecen al cine con sus artilugios melodramáticos y/o estéticos para deslumbrar con una historia sobria y sin muchos rodetes. El más groso y recomendable cine jamás hecho. De alto nivel. Entretenido. Puro arte.

Si esto queda claro, les comento que mi intención es, de ahora en más, recomendar diez películas de alto nivel. Reseñarlas y recomendarlas. Y para que les quede claro qué tipo de pelis me gustan.

Gracias por leer.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Holocausto Caníbal (1980)

¿Nunca les ha pasado que ven una película diferente a todo lo  que han visto antes, especialmente si reluce sobre los demás miembros de un género? Bueno, esto me pasó a mi con Halloween (1978) la semana pasada. El 31 la fui a ver. Amé esa película cuando la vi a los 14 años, la amé cuando la vi este año en el cable y, sin lugar a dudas, la amé ese viernes. No creo publicar una review, al menos no por ahora. ¿Por qué comento esto? Porque Halloween destaca por sobre su género, es más que él. No voy a mentir, parte de él, pero utilizando el medio cinematográfico se despega del simple slasher y te da una obra maestra de intrigante atmósfera e inquietante ritmo (¡oh, cuánto amo esta película!). Halloween tiene el mérito de ser más de lo que debería ser, Holocausto Caníbal no. He aquí la review del clásico del euro-trash por excelencia (un clásico es un clásico).



La historia es simple, definitivamente es esa simplicidad la que te mantiene prendido durante todo el metraje. Un antropólogo estadounidense emprende un viaje a Sudamérica para conocer el destino de un grupo de jóvenes documentalistas que se adentraron a las furiosas junglas de Brasil, los cuales llevan bastante tiempo ausentes (no tendría sentido si no). 

Esa es la historia y a partir de allí se desarrolla una para nada sutil crítica social, abundando los momentos de mala actuación, mal doblaje, desnudez y violencia gratuita (muy a la explotation cinema). 

Sé que le vieron a esta película, no lo voy a negar. Es una verdadera artesanía del shock. Y aún hoy en día sostiene esa etiqueta con férrea repugnancia. Las reprochables acciones contra los animales se presentan de a poco, in crescendo, al igual que las asquerosidades hechas por el equipo de Deodato. Antes de enunciar los aspectos positivos de Holocausto Caníbal (tiene más de los que recordaba) y los negativos, me siento impelido a dejar clara mi posición respecto al maltrato animal perpetrado por Deodato y compañía: No creo que hayan sido necesarias las muertes, el aporte al ritmo del film es vacuo y sólo te hacen voltear o adelantar. No tiene ni el sentido estético como para deleitar, ni es entretenido. Pero no voy a ser de esos doble moralistas que terminan despotricando contra media producción y exclaman su deseo de que los participes sufran los mismo males. Vaya estupidez. Eso es simple y llanamente una carencia de moral tan poco respetable como la desidia de los italianos aquí implicados (si vas a llorar por la lamentable decisión de cortar en pedazos a una tortuga, por lo menos sé coherente contigo mismo y no exijas la muerte dolorosa de quienes lo hicieron, estúpido). Fue una horrible elección laboral la de Deodato (quien se arrepintió de estos actos, aunque se debería arrepentir por el poco aporte a la peli), pero la película no está definida por esas infames escenas (por más que su fama la preceda). Pasemos a la posta.



OMG. Ni siquiera me acordaba de la impresionante banda sonora que Riz Ortolani compuso. Creo que es algo que siempre me va a gustar del cine italiano de bajo presupuesto, las composiciones son geniales. Lo primero que vemos es pura jungla, con créditos incluidos, en un ''travelling'' aéreo. Y de fondo, esta potente mierda:


Hermoso. Y no es la última vez que se siente esa tranquilidad. También hay otros sonidos tremendos a lo largo del film. Reconozco que es una banda sonora repetitiva, pero en esto comparte méritos con Halloween; aunque Holocausto tiene a Riz Ortolani como su gran baluarte.

Antes mencione la artesanía del shock. Me refería a los efectos especiales. Son convincentes. Correctos, convincentes y vivaces. No hay tanto, eso sí. Esto me sorprendió, ya que no recordaba el poco gore que hay en el film (sin contar las escenas que no tienen FX). Pero los pocos que hay, cumplen su objetivo a la perfección.

Las elecciones cinematográficas de Deodato son bastante dudosas a lo largo del film. La primera parte parece porno suave, básicamente (en estética, claro está); no hay nada malo en ello, por cierto. Mientras que la segunda toma las riendas de la ''originalidad'' y se acude al found footage, lo que ciertamente es el otro gran aporte al cine de esta obra (vamos, gracias a esto tenemos films vastamente superiores, a saber: Rec, Blair Witch, The Bay, Wolf Creek, Trollhunter, etc). Aparte de ese acierto, la dirección es blanda, tosca y, en general, irritante. Y no sólo en términos visuales, sino en el asunto ''guión''. ¡Dios mio!, ¡qué manera de romper los huevos!, un mensaje tan pelotudo, obvio y arrojado con rudeza no puede salvar a ninguna película. La idea general, la crítica social del film, radica en el hecho de que los verdaderos salvajes somos los civilizados, principalmente los medios de televisión y no los incivilizados caníbales cuyo sistema de justicia es un hazmerreír. Los verdaderos salvajes son aquellos que quieren a toda costa pasar un documental áspero, no los individuos que castigan a sus mujeres con una penetración lítica por haber estado con otro hombre (¡terrible crimen, cuiden a los niños!). Encima, los protagonistas son todos odiosos, indeseables, deplorables. Unidimensionales. Nunca nos adentramos mucho en ellos, a Deodato no le interesa mucho comprender a sus personajes. En cierto momento, el antropólogo lanza una perlita de aquellas, durante una charla con una de las encargadas de la tv, en un parque. Cuando vean la peli se van a dar cuenta de lo inútil que es el guión en su acometimiento social.



Ya que hablamos de los actores, no hay ninguno que se salve. Todo muy exagerado, lamentable, irritante. Tampoco ayuda mucho el doblaje, claro está. Me dan tanta pereza sus actuaciones que ni busqué sus nombres. El antropólogo quizá es el más decente de todos, pero aún así, su personajes es sólo una caricatura del científico inexperto y, lo peor, un mensaje andante. Una moraleja parlanchina. Es la perra de Deodato. Eso sí, le subo puntos por el desnudo completo de la única protagonista del film (un desnudo completamente consensuado, antes de entrar en la jungla).

Conclusión: La fama de esta película no es exagerada. Es asquerosa. Hay escenas que revuelven el estomago. Pero nada más, no hay mucho más. La supuesta crítica social es fútil y exasperante. Oh, casi me olvido, peca de aburrida. Sí, querido público, es una película aburrida. Simple, pero aburrida. No pasa nada en varias escenas, lo cual no hubiera superado si no fuera por mi paciencia inquebrantable. Es aburrida, asquerosa, tiene buena música, un gran desnudo, ciertas escenas copan la tensión de quién las ve, es confusa, gran laburo del departamento de FX y no decepciona (con respecto a su fama). Asimismo, no la vería de nuevo. No podría soportar la estupidez general que abunda a lo largo del relato. Definitivamente no es el high-concept cinema que adoro. O tampoco high-art, ni tampoco quiere serlo. Recomiendo verla por pura curiosidad, a muchos les gustó, no veo porqué no les podría gustar (salvo porque apesta a basura blanda en casi toda su superficie). Joder, odio las películas de caníbales.

Nota: 5/10, o sea, nada.

¡Cuánto te amo, Halloween!